Hay una mujer que habita en mí, también.
Las que saben la llaman Sabia, Bruja, Chamana.
Ella es mi hilo con lo no visible, la voz de mi intuición, la sanadora, la que sabe la dureza de mis huesos, la raíz de mi temple.
Ella viene a mí cuando estoy en silencio, cuando protejo como loba mi espacio sagrado, cuando he aprendido a ser primero de mi para poder compartirme.
Ella sabe muy bien mi historia, pero no la cree del todo. Y me recuerda lo sagrada que soy, me presenta al fuego, me hace velar por mi palabra y compromisos.
Yo la honro y me permito ser guiada por sus consejos. Sano de su mano. Ella me permite ver que soy infinita.
Mujer Medicina.
Ancestral