Al ego le gusta luchar, de ahí saca su importancia.
El corazón se rinde, de ahí alimenta su humildad.
Al ego le gusta identificarse haciendo juicios y separaciones; Con eso se fortalece y aumenta su egoísmo y división
El corazón unifica, te muestra las heridas y te cuenta que todos pasamos por los mismos dolores representados en particulares circunstancias: Con eso nos demuestra que todos estamos unidos
El ego te dice: esto es mío y aquello tuyo; Le gusta ponerte trampas para que sigas alimentando la creencia de la división
El corazón te dice: somos canales de expansión y de expresión que venimos a dar a luz con creatividad la experiencia divina; Al corazón le gusta fortalecerse con la unión y la articulación de todas las creaciones
El ego crea tensión, ilusión, estrés y condicionamiento.; Le gusta poner barreras y pruebas, le gusta ponerte a batallar y lleva a la mente a luchar.
El corazón no pone condiciones, se alimenta de la humildad, de los elementos , del equilibrio y de la fluidez; Le gusta que respires lento y que disfrutes de cada momento.
Al ego le gusta rumiar, culpar, enjuiciar; Al corazón le gusta vivir en cada latido, estar presente, tomar el timón de responsabilidad.
Al ego le gusta el drama.
Al corazón le gusta desvanecerlo.
El ego se identifica con las etiquetas.
El corazón nos cuenta que todos cruzamos por los mismos procesos y eso nos enseña de compasión.
El ego piensa que tolera.
El corazón te enseña a fluir.
El ego te hace creer que tienes el control y que eso te hace importante.
El corazón te muestra que nada está bajo tu control y gracias a eso puedes relajarte.
Al ego le gusta la importancia y hacerse indispensable.
El corazón te enseña que todo es aprendizaje, que todo tiene un proceso y que el cambio es constante, que estás en continuo movimiento y eso es lo especial en este viaje.
El ego se siente en ansiedad, en dolor, en miedo.
El camino hacia el corazón te libera, te conecta con las vibraciones más altas, te envuelve en plenitud y armonía.
El ego te enferma.
El corazón te cura.
El ego te separa.
El corazón te une.
El ego lastima.
El corazón ama.
Obsérvate y a cada segundo elige a quien le quieres seguir dando alimento.
¿Qué camino deseas transitar?
¿Quieres tener la razón o dejar de sentir miedo?
¿Quién lleva la dirección en tu mente?
¿Es el ego ó tú corazón?