El tabaco es una medicina o herramienta chamanica sagrada, que ha sido utilizada por las tribus de la cuenca del Amazonas durante miles de años y es una parte esencial de su cultura e historia tribal. Rapé es el nombre de este tabaco, y su historia radica en numerosas tribus indígenas en Acre, Brasil. Curiosamente, Rapé no es inhalado, se administra soplando con intención en las fosas nasales con un soplador especial llamado “kuripe” o “Tepi”.
La apariencia de un Rapé es un polvo de color gris, muy fino y seco. Se prepara tradicionalmente golpeando ceremonialmente el tabaco (N. rustica) con cenizas de los árboles, seguido de una filtración paciente a través de una tela fina, lo que da como resultado un polvo tan fino como 125 micras. Las variedades de tabaco utilizadas más conocidas comúnmente como N. tabacum, N. rustica, “Corda” o “Moi” y, en algunos casos, también “Mapacho”.
Dada la potencia del tabaco, Nicotiana rústica, que es más fuerte y más oscura que la Nicotiana tabacum, puede provocar alerta mental y un efecto de poner los pies a tierra o estar en el aquí y ahora.
Las cenizas que son el segundo componente importante en un Rapé provienen de la corteza de una variedad de árboles medicinales o sagrados.
Los chamanes en América usan el tabaco como una medicina sagrada y para curar la salud, existe una conexión muy estrecha entre el consumo de tabaco y el chamanismo que tiene poco en común con nuestra forma occidental de consumo de tabaco. Las tribus indígenas usan tabaco en las ceremonias, para predecir el buen clima, la pesca o la cosecha, y con fines espirituales (por ejemplo, búsqueda de visión, trance, etc.) y curación, pero rara vez para fumar.
El uso del tabaco por las tribus indígenas en América del Sur, como los Kaxinawá, Nu-nu, Yawanawá y Katukina, está profundamente arraigado en su cultura, y se ha empleado al menos desde la civilización maya con fines rituales, medicinales y recreativos.
El uso de tabaco Rapé, tiene muchos propósitos diferentes para las tribus indígenas, de las cuales los ritos de la pubertad, los ritos de iniciación, los festivales de beber cashiri, los ritos sociales y las ceremonias de curación. Sin embargo, cada tribu tiene su propia rutina: algunos la aplican todos los días después del desayuno y la cena, otras tribus la usan tres veces durante la noche.
Una ceremonia típica de Rapé implica una administración mutua de dos personas. El Rapé se sopla en las fosas nasales con una cañita de bambú o hueso. El intenso golpe enfoca inmediatamente la mente, detiene el parloteo y abre todo el espacio mental liberado para las intenciones del espíritu en nosotros. Además, esto ayuda a liberar enfermedades emocionales, físicas y espirituales y alivia la negatividad y la confusión, permitiendo una conexión a tierra completa de la mente.
Del mismo modo, los chamanes usan Rapé para realinear sus canales de energía y con su ser superior, e intensificar su conexión con el mundo y el universo. Además, Rapé allana el camino para desintoxicar el cuerpo y limpia todo el exceso de moco, toxinas y bacterias, ayudando así a combatir resfriados y jaquecas. Además, Rapé estimula la mente con su contenido nicotínico que a su vez libera la epinefrina, acetilcolina y dopamina, lo que favorece un mayor enfoque, presencia e intuición
Existe información de que el Rapé podría descalcificar la glándula pineal, que está involucrada en la secreción de melatonina, la percepción del tiempo circadiano y el metabolismo de los medicamentos. El mal funcionamiento de la glándula pineal se ha asociado con enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer; se sabe que el uso de flour en la pasta dental daña la glándula. Sin embargo, si el Rapé realmente puede ayudar a la descalcificación de la glándula pineal, es todavía un misterio para la ciencia y una oportunidad que enfatiza aún más la importancia de contar con una glándula pineal saludable para que nuestra luz se manifieste en todo su esplendor.